¡Dios mío!. Este camarero tailandés va a servir un plato de comida y el propio peso del plato le pone en tensión su bíceps...
¡Yo ya no quiero comer nada!. Sólo quiero mirar al camarero llevando en la mano un plato cada vez un poco más pesado...
¡Yo tampoco quiero beber nada! porque el morbo de ese camarero me ha dejado la boca húmeda y llena de saliva...
¡Yo sólo quiero tomar postre!. ¡Que me traigan los bíceps de ese camarero bien fríos para darle lametones sin parar.
El efebo del próximo vídeo, ofrece su caliente bíceps a su chica diciendo textualmente: "Este brazo estuvo trabajando todo el día y está cansado... ¿No lo quieres para ti?"
Por supuesto la chica reacciona como yo mismo hubiera reaccionado y quizás también tu, ¿verdad?...